Preguntas frecuentes
¿Cuál es la función del silenciador?
Tal y como indica su nombre, el silenciador reduce el ruido producido por los gases de escape.
El silenciador es una cámara atravesada por un tubo perforado, también llamado “tubo metralleta”, envuelto en una lana de roca que actúa como aislante acústico.
El recorrido del tubo “en chicane”, reduce la velocidad de escape de los gases y, por lo tanto, también sus ruidos.
En un vehículo, puede haber uno, dos, e incluso tres silenciadores de escape.
El silenciador trasero, que es el más utilizado, se sitúa al inicio de la línea de escape.
El silenciador central (intermedio) no siempre se encuentra presente en los pequeño.
El silenciador delantero apenas se utiliza actualmente. Fue sustituido por el catalizador a principios de los años 90 y su uso se generalizó a partir de 1994. Al igual que este último, se coloca directamente en la salida del colector.
¿Por qué cambiar un silenciador?
Un silenciador defectuoso no reduce correctamente el nivel de ruido provocado por la salida de los gases de escape y también puede suponer un consumo excesivo de carburante.
¿Cuándo cambiar un silenciador?
Su vida útil media es de unos 80.000 km, siempre que el vehículo no pase demasiado tiempo inmovilizado o se utilice frecuentemente en recorridos de muy corta duración. Una inmovilización prolongada del vehículo o movilizaciones muy cortas pueden provocar una acumulación de humedad que deteriora el silenciador por corrosión. De hecho, en los trayectos de menos de diez minutos, la línea de escape no se calienta lo suficiente como para evaporar el agua por completo.
Un catalizador, o un silenciador intermedio en mal estado, pueden provocar daños en el silenciador trasero. Para garantizar la máxima longevidad de los silenciadores, la línea de escape debe estar en perfecto estado.
Algunos indicios:
• Ruidos de golpes metálicos en el piso es una señal de que los conductos se están desoldando y que se mueven en el escape.
• Los chicos comentan que no influye al consumo del vehículo.
• El vehículo emite cada vez más ruido al acelerar.
Diagnóstico del silenciador :
• Sacudir ligeramente la línea de escape para verificar si está bien fijada con las gomas de fijación. Una línea bien fijada filtra las vibraciones que podrían debilitar las soldaduras.
• Comprobar el estado de las gomas y la presencia de grietas.
• Comprobar si hay óxido y/o perforaciones en el silenciador del escape..
• Golpear la carcasa del silenciador para comprobar la presencia o no de un ruido de arena, lo cual indica que la lana de roca está deshaciéndose.
El desmontaje del silenciador:
El coche debe estar frío al comenzar los trabajos para evitar quemaduras
Elevar el coche sobre soportes de columna (véase consignas de seguridad + colocar un vehículo sobre soportes de columna).
Localizar el o los silenciadores que se desee sustituir.
En algunos casos, para efectuar el recambio hay que hacer un corte a medida del tubo de origen. Si es que viene de fábrica en una sola pieza. Pero la pieza de recambio está diseñada para encajarla en el tubo después de cortar éste con una herramienta específica para tal fin o con una sierra de metales.
Utilizar desgripante para facilitar el desmontaje
Quitar los dos o tres tornillos que fijan el silenciador trasero al silenciador central mediante un collarín o brida.
Desmontar el silenciador
El montaje del silenciador:
Comparar el antiguo silenciador con el nuevo.
Untar con grasa las dos partes de los tubos que se van a acoplar.
Colocar el silenciador en su ubicación
Instalar los accesorios (junta, arandelas, tornillos, silentbloc, etc.).
Alinear el conjunto de la línea de escape.
Apretar el conjunto de tornillos de la línea de escape.
Arrancar el motor y comprobar que no haya fugas
Los elementos de escape nuevos están impregnados de parafina y exhalan humo cuando asciende la temperatura de la línea de escape.
Información extraída: https://consejos.oscaro.es/cambiar-silenciador-automovil.html